lunes, octubre 30, 2006

¿Quién te invitó?

- ¡ANDATE! ¿vienes aquí para vigilarme?

Su enorme cabeza rubia se asoma por el ventanal de mi living. Lo observo, él me mira sin miedo. No quiere irse, pero yo hago un rápido movimiento para que huya... pero se vuelve tranquilamente y se va. Sabe que no correré tras él. Sabe que ya me aburrió con su porfía, sabe que mi paciencia tiene un límite y ya la perdí con él. Sabe incluso que si corro hacia la manguera, no lo mojaré, porque me da lástima.

Está bien, quédate, cómete la comida de mis bebés, duerme con ellos en la terraza, pero por favor, no les pegues ni marques territorio con tu orina. Ellos son los dueños de casa, no tú... gato feo!

lunes, octubre 23, 2006

Mi papá y el alcohol


Tenía 19 años cuando mi papi nos dejó. Él tenía 54. Un hombre joven, alegre, que debía haber tenido ganas de vivir... pero no las tenía. Sólo quería morir y dejar todo lo que hay en este mundo.

Las copas de vino eran su alimento. En el vino ahogaba todas sus penas, sus ansias, su tristeza, su frustración, sus sueños inconclusos... sus calenturas... todo era ahogado en ese líquido, que se había convertido en su droga.

Ahora lo entiendo. Ahora sé de qué se trata. Fui al supermercado. Tenía que comprar alimento para mis niñitos... pero también algo para la mamita. Una botella de pisco.

Llegué a casa. El jugo de limón, el azúcar, los hielos y el pisco se mezclaron con ansiosa impaciencia... Me tomé toda la coctelera, equivalente a 3 o 4 copas. Y caí rendida en mi cama. Alucinando con lo que no tenía a mi lado. Alucinando con deseos de tener una persona que llene mis días... me quedé raja dormida (igual que mi padre) y me olvidé de mi agonía... y entendí, lo que mi padre hacía a través del alcohol.

martes, octubre 17, 2006

Pesadumbre

Me siento desvalida, desprotegida... sola.

Siento que no tengo a nadie cerca que pueda acogerme y ayudarme a no sentirme como me siento.

Pareciera como si el mundo se me viniera encima y nadie me ha enseñado a sobrevivir.

Me siento mal.