Ojalá nunca me cierren la tarjeta de crédito!

Cada tanto y cada vez que tengo invitados a almorzar a mi casa, voy al supermercado a aprovisionarme.

Me gusta mucho preparar cosas ricas para mis invitados. Y esta vez mis invitados de Honor son: mi hermanito Héctor, mi cuñadita Elsa (que irá por primera vez), y mis sobrinos Diego y Claudia. Entonces me puse a pensar en el menú. En cuanto lleguen y ojalá lleguen tempranito, ah! también van mi tía Haydée con Ivancito. Siempre que van ellos solos, llegan tipo doce y media (es que el viaje de La Cisterna a Quilicura puta que es largo). Bueno, para empezar tendré listas unas empanaditas de cóctel (chaparritas: Tomate, queso, vienesa, choricillo y mucho orégano). Ivancito llevará pan de molde y machacaremos ajo. Luego calentaremos margarina en una sartén, pondremos el ajo y con una brocha cubriremos el pan que ya estará cortado (gordi, no te enojes por colocar tus secretitos de cocina ya?, aunque debí mejor colocar todo este cuento en mi blog de otros manjares, pero ya estoy aquí así que sigo no más). Luego el pan va al horno a dorarse un poco. Lo sacamos y va directo a la mesa, junto con las empanaditas, las papas fritas que compré y el pisco sour que prepararé (bebidita para los niños eso sí).

El almuerzo consistirá en carne al horno (Tapabarriga), Costillar de chancho y longanizas (todo al horno). Con ensaladas. Haré las papas a la huancaína que le gustan tanto a Héctor (papas con nueces, mayonesa, ketchup y un poco de pulpa de ají para dejarlas un poquito picantes). Compré de postre Helado.

Y de once haré pan amasado, con tomate y un pie de limón (también hay que poner algo de dulce a todo el cuento).

Bueno. Pues para comprar tooooooooooooda esta tracalá de cuestiones es que fui al super y compré. Cuando estaba en la caja y las cosas pasaban por la máquina... pensaba "chucha, tendré crédito?, haz memoria Angeliquita, qué has comprado ultimamente... me lo he pasado comprando al crédito! puta es que no tengo otra opción poh!" finalmente la línea de crédito estába abierta así que pagué y me fui contentita a mi casita. No hay cosa que me guste más que ir al super a comprar... claro que también soy muy tentada, porque aproveché de llevarme una tremenda bolsa de arena sanitaria para mis niñitos.

Ahora mi problema es ¿cómo cresta vai a pagar? bueno... ahí veré pues. Confío en la ayuda divina que me acompaña siempre.