jueves, diciembre 07, 2006

El día de la Independencia


Así como Chile, celebra su Independencia el 18 de Septiembre, fecha en que se conforma la Primera Junta Nacional de Gobierno (1810). Yo también tengo mi día de la Independencia. El 8 de diciembre (2003).

Fue un 8 de Diciembre cuando arrendé un camión, lo llené con todas mis pertenencias y me fui a vivir a mi casa propia. En ella he vivido cosas Olvidables e Inolvidables:

Olvidable: Cuando llegó una laucha y no sabía como deshacerme de ella, sin tener que agarrar un palo para aplastarlo sobre su cuerpecito (suerte que se fue por su cuenta).

Inolvidable: Cuando llegó “Bienvenido”, mi refrigerador (regalo de mi tía e Iván), en pleno día de verano. Recuerdo mi desesperación de no tener donde guardar los alimentos para que se conservaran. Cuando invité a mis amigas Ruth y Jenny y tuve que servirles un ponche de vino con frutillas al natural... con qué alegría ahora saco del refri mi pisco sour heladito!

Olvidable: Cuando se echó a perder la chapa de la puerta de calle y no sabía cómo repararla. Esos momentos de impotencia cuando las soluciones escapan de mis manos me frustran.

Inolvidable: Cuando mi tía Haydée y el Ivancito me fueron a visitar por primera vez... y cuando fue mi hermano Héctor y todo el Metrobus iba pendiente de ellos y de donde se tenían que bajar.

Olvidable: Cuando me di cuenta que Gonzalo (mi ex), nunca vendría a Chile a compartir mi casa conmigo.

Inolvidable: Cuando vi el primer capi de habas en mi huerto, y cuando corté el pepino de ensaladas que coseché y me lo comí. Cuando regaba mis albahacas y se llenaba el jardín de su fragancia, cuando corté las lechugas y las repartí por todas partes para que todos gozaran de su sabor.

Olvidable: Cuando no he querido armar el árbol de pascua porque estoy en período de vacas flacas y como no puedo hacer regalos no he tenido ganas de armar mi árbol.

Inolvidable: Cuando llegó mi cama de dos plazas y me acosté en ella pensando que ahí haría a mis hijos...

Olvidable: Cuando compartí mi lecho con un hombre al que amé y que tuvo miedo de estar conmigo y se fue...

Inolvidable: Cuando vi mi jardín florecer y abrieron mis manzanillones, mis crisantemos, mi jazmín de hélice, mi gardenia, mi jazmín del Cabo, mis lupinos, mi diamelo (este año), mis fresias de colores, los amarilys, hiedras, crespones, bougambilia y todas mis flores que me llenan de felicidad. Ver como una pequeña champita de pasto va aumentando y abarcando año a año mi jardín... y yo espero pacientemente a que lo cubra totalmente.

Olvidable: Puede ser una tontera, pero cuando se quebró una taza de mi juego de loza, dejándolo incompleto. Pucha que sentí la taza y qué pena me dio cuando sucedió por mi descuido.

Inolvidable: Cuando he cumplido las metas que me he propuesto en tan corto plazo, como es el caso de mis panderetas (sin la ayuda monetaria de mis vecinos), hacer mi terraza y cambiar las cañerías de pvc por cobre.

Olvidable: Cuando derramé lágrimas por hombres que no las merecieron.

Inolvidable: Cuando pude agasajar a mi tía Mary para un 18 de Septiembre, preparándole empanaditas de mi confección (de pino, de champiñones y chaparritas) y a mi abuelita Inés. Cuando la Mirthita (Q.E.P.D.) me fue a ver y me llevó de regalo una ollita que es con la que cocino a diario. Cada vez que mi olla es lavada y tomada por mis manos, Mirtha viene a mi memoria y el gran cariño que por ella siento. En general me da mucho gusto recibir visitas y me gusta preparar cosas especiales para ellos.

Olvidable: Cuando recibí un llamado que me entristeció y me hizo llorar... el día que Iván me llamó para contarme que mi tía se había caído y que tenía su brazo quebrado (por culpa de unos desalmados que quisieron asaltarla).

Inolvidable: Cuando llegan mis visitas y tocan la campana.

Olvidable: Cuando me he sentido sola y he querido ahogar la pena con el alcohol. Tenía guardada una botella de Bailey y la tuve guardada por un largo tiempo, esperando que llegara la ocasión especial de abrirla... y sin motivo aparente, la abrí y me la tomé en menos de 15 días (pero es que estaba pasando por un bajón heavy).

Inolvidable: Cuando llegó mi equipo de música y pude escuchar mis Cds... qué gusto sentí, si me había sentido muda todo ese tiempo que estuve sin radio (fueron como 6 meses sin música!!!!).

En fin, seguramente más de algo se me escapa... El caso es que mañana cumplo 3 años... irá mi tía Haydée con Ivancito y comeremos una rica torta que haré, y haré lasaña y ponche y canapés y otras cositas ricas para celebrar este gran DIA.

3 Comments:

Blogger Shinazky said...

se ve un ekilibrio entre lo inolvidable y lo olvidable, aunke no necesariamente kuanto nos pueda dar felicidad v/s desdichas...
la de la laucha muy buena...inteligente ella cacho k no era bien recibida...

salud y libertad

un gusto

07 diciembre, 2006 19:05  
Blogger : ) said...

Inolvidable post , lo tendré presente cuando me quede sola !!
Feliciades !! Un abrazo !!

09 diciembre, 2006 00:58  
Blogger Rikardo said...

que envidia, como me gustaria estar en esa situacion , viviendo en mi propia casa, pero aun falta tiempo y lo podré realizar...
saludos y gracias por pasar a mi rincon poético

10 diciembre, 2006 23:29  

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