La Señorita Angélica

Fui criada en un hogar donde los niños tenían prohibido decir palabrotas o garabatos. Mi abuelito lo más que decía (cuando lo sacaba de sus casillas) era: “¡chiquilla e’mierda!”. Pero mi tía y mi papi sí podían echar chuchadas (porque eran adultos). Cuando nos oían a nosotros (mis hermanos y yo), nos decían: “¡que te pille diciendo garabatos que te voy a quemar la boca!!!!” (eso decía mi tía porque mi papi nunca decía nada). Fue así, que cuando una señorita perdía la compostura al salírsele las palabrotas, ellos decían: “¡miiiiiiiiire qué señorita!” (de esas criadas en colegios de monjas... de esas que se comportan... de esas que se sientan con las piernas juntas... de esas que se ruborizaban cuando alguien decía algo fuerte, etc.). Entonces, este espacio se ha bautizado como “La Señorita Angélica”, no precisamente porque sea soltera, sino, porque cuando se me sale el indio, también se me sale lo señorita, es decir, esa persona que dice garabatos así sin más (pero que no le salen groseros ni ofensivos, sino que más bien cómicos y jocosos). Este 19 de Julio, la señorita cumple un año de bloguéo, un año de poder decir ciertas cosas, así medio liviana de cuerpo (y digo medio, porque igual mis hermanos y mi tía me critican). Bueno, como sea, esta es la historia, de tan compuesta señorita!

Foto: La señorita (cuando era señorita)