El Bus Clon

Esta mañana venía desde la casa de mi tía (tras un fin de semana largo en Coquimbo... no he visto a mis hijos desde el jueves por la mañana y los extraño ene... quiero llegar luego a casa para verlos y abrazarlos). Bueno, el caso es que venía de donde mi tía y le dije a mi hermano Iván: “me voy a ir contigo” “¿Qué?” – me dijo él – “¿me vai a quitar mi espacio en el metro?” Jajaja, me dio risa, porque él ya tiene su espacio y yo no, entonces si llegaba un pasajero más lo iba a dejar fuera a él... pero yo no me iba a venir al trabajo en metro, sino en el bus clon (debo decirles que antes, cuando no había Transantiago y yo vivía en la Gran Avenida, tomaba el metro, y cuando venía mucha gente y el aire se tornaba tibio, no lo soportaba!, porque me venía esa sensación de “sofoco”, de sentir que me falta el aire para respirar y que se me nubla la vista porque voy a perder el sentido. Si eso me ocurría “antes”, me resulta imposible pensar que tomaré el Metro en un día de semana y menos en un horario pick), así que mi objetivo era el “Bus Clon”.

Así llegué a la Intermodal y fui derechito donde estaba el clon (un Bus interurbano con asientos reclinables y todo. Este bus se va directo desde el 18 de Gran Avenida hasta la estación Santa Ana). Cuando llegué cerca del bus (ya había visto de lejos que era uno de la flota de Tur Bus), no me tincó mucho... miré desde fuera para ver si habían asientos desocupados y habían, así que validé mi tarjeta y me subí. Me instalé en el medio del bus y esperé a que partiera. Conecté mi pendrive a mis orejitas y me dispuse a disfrutar del corto viaje (no duraría más de 20 minutos). Pero había algo que me intranquilizaba... “esta guevá es Tur Bus... y los Tur Bus quedan siempre en pana...” venía con esos pensamientos nefastos, cuando en mitad del camino y tomando la ruta hacia Rondizzoni, suena una cuestión como un petardo, o como un vidrio roto, no se qué cuestión (el pendrive no me dejó escuchar bien), pero el bus aminoró la marcha para luego detenerse... lo que iba pensando fue dicho y hecho, la porquería de bus quedó botado. Me dio una rabia tremenda. Pude haber esperado, para irme en un bus de la flota Pullman Bus... en vez de irme en ese Tur Bus (odio esa flota, nunca la uso por lo mismo). Sentí que colocaban los buses más charchas a propósito. Sentí que no deberían haber contratado a esa línea... buf! El chofer dijo que no nos bajáramos para esperar el otro, pero yo quería irme rápido y si me quedaba ahí sentada todavía iba a estar esperando... me bajé y caminé un poco. Si el otro bus venía tendría que detenerse delante de éste, así que estaba de las primerísimas esperando y echando pericos... como tan mala cuea! Me decía yo misma... En eso pasaron como 3 Pullman y ninguno se detuvo, porque de que somos poco solidarios, lo somos! Pasaban y pasaban buses y ninguno se detenía ¿será que esperábamos uno de la misma flota para poder subir? Llegó hasta la grúa para llevarse el bus malo... cuando de repente veo asomar la Troncal 302, como venía lento por el taco, la hice parar en dos tiempos, saqué mi tarjeta Bip y me subí... varios me siguieron así como “síganme los buenos” y me vine sentadita a mi trabajo. Igual demoré porque había otro taco desde Toesca hasta pasada la Alameda, pero al menos llegué!!!

Conclusión: “Aunque tenga que esperar horas... no me pienso subir en un Clon de Tur Bus” Chuta! No tomé la patente pa haberlo acusado (se me fue poh! Con la rabia se me fue) y 2do. Me hace falta una cámara digital pa haberle tomado la foto al bus Clon (no encontré niuna en internet).