La Ventana
Hoy te digo adiós.
Casi un año estuve disfrutándote. Aquí frente a ti, observé un zorzal que me inspiró el post “El Futuro Papá”, lo vi buscando ramitas para su nido.
Sentada a tu lado, me abriste los caminos de la inspiración y me senté a escribir. Y mientras digitaba te echaba una ojeada para ver lo que me mostrabas. Ventana indiscreta, que me hiciste observar tantas cosas, tanta gente, tanta vida... y muchas veces me hiciste pararme de mi asiento para saltar como un resorte a ver lo que sucedía. Y allá, en la placita... pude ver como los adolescentes, alumnos y universitarios jugaban al amor, besándose apasionadamente, sentándose las muchachas sobre los muchachos y haciendo como que nadie los veía, sin saber que esta ventana mía, me contaba todos sus juegos, y como una voyerista me enteré de todo lo que pasaba, quizá muchas veces fueron ideas mías, rollos que recreaba cuando observaba, y más cuando observaba con Moisés... vimos unas muchachas, sentadas la una al lado de la otra, haciéndose las tontas y mirando a todas partes para no ser vistas, vimos como se tomaban de la mano y en arrebatos fugaces, se besaban en la boca.
Me hiciste reír, cuando el “Cholo”, el perro de la plaza, salía todas las mañanas a cortarle el paso al cieguito que sólo atinaba a sonreír, el cholo le ladraba al bastón metálico, el señor del kiosko de diarios, retaba al Cholo y tomaba del brazo al ciego para guiarlo media cuadra fuera de la plaza, y es que la plaza tiene dueños, el Cholo y la perrita (que bauticé como Almendra), que un día se sentó a mi lado, cuando esperaba a mi amiga Kiantei en la plaza. Varias veces me asomé por la ventana a ver si llegaba Kiantei, pero no la había visto nunca, así que no sabía qué tenía que encontrar, entonces bajé a esperar a la plaza y la Almendra me hizo compañía.
Y ella, Almendra, se echaba sobre los escaños y a ella venía un viejecito que gustaba sentarse a su lado, no, al revés, se sentaba el viejecito y ella se acomodaba a su lado, mientras él se deleitaba acariciándole el lomo y la cabeza, y yo los observaba sonriendo. Y vi como las palomas y los zorzales se bañaban en la pileta del centro de la plaza, y una vez un pordiosero, sacó en un vaso un poco de esa agua asquerosa de la pileta y se la bebió... qué asco! Allí donde se bañan las aves, allí donde se echó un día un perro porque tenía calor y cuando salió dejó por el camino un hilo de agua que le escurría por los pelos de su piel... y vi amantes, escondidos tras los árboles cantándose su amor, entregándose sus caricias simuladas, pero apasionadas... y compartí los cantos de los pajarillos, que danzaban por mi árbol, y a él lo vi cuando se quedó desnudo sin su ropa y fui testigo del paso del otoño, cuando cubrió el césped con sus hojas amarillas y vi las flores de los crespones, y como el jardinero lo podó sin miramientos, dejando unos puros palos parados, y yo vi con horror como lo cercenó sin tener conocimiento de lo que hacía... y el jardinero que había, ése al que los zorzales le desordenaban la basura buscando ramitas para el nido, se fue de la plaza y nunca más lo vimos, y llegaron otros, que no le tenían amor a la plaza, ni a las flores que colocaban, porque no las regaban y no las cuidaban y así poco a poco fueron secándose pensamientos morados y amarillos, orejas de oso de todos los colores, salvias rojas que no fueron amadas y que yo miraba todos los días... así morían una a una, ya sea porque los cuidadores no las regaban, ya fuera porque el Cholo iba a enterrar y desenterrar sus huesos y trozos de pan. Y vi como los perros le echaban la choriá a todos los perros que no conocieran y apenitas dejaban la gente pasear sus mascotas ceñidas a su bozal. Vi como el jefe de mi amiga iba al centro a sacar la vuelta en horas de trabajo, y vi a todos los funcionarios cuando iban de carrerita al banco a cambiar su cheque, jajaja, no sabían que les había sacado la foto a todos y que los tenía plenamente identificados... Yo los observaba a todos por esta ventana indiscreta, robándome sus secretos... Presencié cuando jóvenes y escolares rompieron los vidrios de la caseta del paco que está frente al edificio del Consejo de Defensa, y con mi amiga Margarita bajamos un día a ver a la Presidenta Bachelet que daba un discurso ahí en el Consejo. Ese día acordonaron toda la plaza y no querían dejarnos ni siquiera mirar de lejitos, pero igual miramos porque cuando el paco se corrió, nosotras nos corríamos de a poquito pa mirar más de cerca.
Desde esta ventana presencié los miles de tacos que se formaban en la esquina, a los pacos haciendo más taco... una vez hubo un choque, y el taxista que fue el culpable, viró rápidamente a la derecha y apretó cachete hacia Manuel Rodríguez, la camioneta colisionada iba a emprender la persecución cuando el paco (de la caseta) salió corriendo y se subió con ellos tras el taxista.
De aquí vigilé mi micro 303e cuando había paro y las micros se recogerían a las cinco de la tarde, yo vigilé ese día, durante dos horas, sin moverme de la ventana, hasta que el alma me volvió al cuerpo cuando empezaron a llegar las micros que, en esas dos horas, no pasó ninguna, y yo con miedo pensaba que tendría que ir a alojar a casa de mi tía y no quería, porque no me gusta dormir fuera de mi casa y porque no había dejado alimento suficiente a mis bebés. Aquí vigilé y vi como mis colegas llegaban atrasadas jajajaja... y abría la ventana para que me impregnara el olor del pasto cuando lo cortaban y corrí las cortinas para ver el día. Por las tardes le decía a Moisés que cerrara la ventana (las cortinas) porque ya estábamos en vitrina pues estaba oscureciendo y la luz de adentro haría que desde afuera nos viéramos trabajando (¿trabajando?) en nuestros menesteres. Por esta ventana vi entrar los rayos del sol los días de invierno y contemplé la lluvia caer. Vi a las personas mojarse con la lluvia y a otros caminar con paraguas de colores. Hasta el Moisés disfrutaba con la ventana y se cuarteaba mirándole los potos a las mujeres, y fisgoneaba desde lo alto cuando las muchachas se sentaban en el banquito y se le veían los escotes, tremendas pechugas que dejaban ver en el centro una rayita que las separaba“anda!, por esa ranura se podría pasar una tarjeta de crédito” y así comentaba y me hacía reír con sus tonteras y juegos pícaros.
Tantas cosas me llevo gracias a ti, ventana querida.
En esta oficina viví momentos verdaderamente emocionantes. Cuando me vino a ver un amigo y me trajo unos chocolates y nos abrazamos junto a la ventana. Cerré los ojos para disfrutar de ese abrazo, tan alto y macizo que era ese tonto, me encantaban sus ojos azules (digo era porque lo maté, digo, lo saqué de mi vida). Tantas veces vino mi amiga a decirme que le invitara un café jajajajaja... a veces hasta venía a tomar desayuno, y me traía una hallulla calientita con mantequilla, que de morderla se escurría la mantequilla en el papel donde venía envuelta. Siempre invito un café a mis visitas, y lo hago con mucho gusto, menos la vez que le ofrecí uno a mi jefe nuevo, y el muy balsa lo agarró como costumbre, y finalmente hoy, después de bolsearme más de diez cafés (y no fuera na que me los bolseara, sino que le gustaban con tres cucharadas de café – si con un café de él yo tomaba toda la semana!!!!), y hoy saltó con $500, quinientos pesos!!!!! ¿Y qué hago con esto? – le dije – él sonrió como haciéndose el chistoso y le dije: - ¡usté que es apretao! – y él volvió a sonreír y metió de nuevo la mano en su bolsillo y sacó otros quinientos pesos, para que con eso pudiera comprar. ¡Pzzzzzz!, sueldo millonario y tan cagao, ni yo que me rasco con tres chauchas!
A esta oficina me vinieron a ver mis amigas, Myriam y Romy, y gozaban cuando yo les contaba mis peripecias y mis aventuras románticas (de las que antes tenía, porque ahora no tengo na pa contar). Aquí me vino a buscar mi mamá el día de mi cumpleaños y me trajo una torta y un ramito de violetas, luego nos fuimos al Restaurant de comida China a almorzar y Carlos quería que yo pagara la cuenta con las dos lucas que Diosito me regaló (porque me las encontré en el suelo). Aquí guardé secretos y suspiros, escuché por primera vez al teléfono la voz de mi amigo Peruano... le dije adiós a un par de pelotudos y me reí de las cosas que escribía en el blog . Aquí me engrifé como un gato cuando el ex jefe vino a quitarme la impresora a color, y sonreí como una doncella cuando me trajeron mi nueva impresora. Aquí chatié casi a diario con mi amigo Xar y mi amiga Vanessa y hablé por teléfono día a día con mi amiga Dulci, y me costó ene convencer a Me Miras para que creara su espacio. Aquí llego cada mañana ansiosa a ver mi correo y mis comentarios y disfruté leyendo a Lágrimas del Mar, a Perfecta Desconocida y también le dije al Trif que escribiera y se desahogara escribiendo. En esta oficina me costó un cielo persuadir al señor Toro para que me viniera a visitar, pero como a mi no me la gana nadie, ahora viene solito (Ja! Eso es lo que yo quisiera!), aquí le tomé el pelo un día a la Petra y fui casi su fiel visitadora (y la espiaba por donde andaba), y fui pasando por la casa del tierno Ysrael, de la dulce Evan (también me costó que viniera, tuve que tirarle la oreja un par de veces)... y visité a la solidaria Pay, estuve compartiendo en el espacio de la Pato y tuve la visita fiel y frecuente (casi desde mis inicios) de Daniel, amante de los gatos igual que mi amiga Siempre y encontré una amiga chilena, Pamela, allá en Montevideo y me saborié como un gato al acecho de su presa con sus deliciosas preparaciones... aquí me puse de acuerdo con mi amigo Marxcelo y nos conocimos en la plaza de la Constitución. Conocí el blog de la encantadora Titi Candia y disfruté con sus creaciones y sus manualidades; también me atrajeron las letras de Agatho, y me maravillé leyendo a Kiantei, viajé a Miami a leer a Pablillous, conocí a la simpática Mini y me cagué de la risa con las locuras de la Turri.
Aquí dormí la siesta cuando el Moisés no vino durante una semana, porque estaba haciendo uso de su semana de post natal, y jugué con las teclas del teclado mientras él dormía la siesta y roncaba hasta por los codos.
Aquí comí los manjares que me daba mi tía, el fricassé que disfrutamos en casa, el pollo arvejado que sabe que me encanta, el pescado frito que trajimos de Coquimbo, los tallarines con camarones y salteado de verduras que cocina mi hermano y me enfermé de la guata por comer como chanchito.
Tantas cosas me llevo de esta oficina, así como mi amiga Siempre cuenta historias del patio de su casa, así me llevo yo también los recuerdos. Cuando venía el crepúsculo y coloreaba de rosa las nieves de la cordillera, y le dije al Móise, ponte ahí para tomarte una foto con la cordillera de fondo y lo que menos salió fue la cordillera. Aquí me reí de todas las locuras del Moisés, cuando llegaba y abría la puerta de repente y entraba cantando “este pasito se baila como tu quieres...” y a veces se metía la mano al bolsillo, sacaba un caramelo y me lo daba y todas las mañanas, hasta el día de hoy, me da la mitad de su pan para tomar desayuno. A veces entraba con los monos y no lo hacía reír ni un toni, otras me contaba sus aventuras tan bien recreadas y me decía que andaba en el centro y veía cada mina, con un cuerpo!, con un poto!, que llegaba a soltar el maletín diciendo “quieta anaconda, quieta anaconda” Jajajaja, tanto que me hace reír ese cabro.
También venían colegas que nunca habían venido a mi ofi y me decían: “ooooooohhhh! Qué linda vista tenís!” y claro, yo como gallina clueca sacaba pecho... o venía a golpearme la puerta mi amiga Margarita y lo hacía tan suave que a veces ni la escuchaba.
Ojalá donde voy, me encuentre con una oficina digna, no digo similar, porque sé que no será igual, pero al menos que tenga una ventana donde yo pueda ver la lluvia caer, donde pueda ver los árboles mecerse con el viento invernal y estival.
Adiós oficina linda y ventana copuchenta. Se va la señorita Angélica, se cambia de edificio (ojalá no me toque compartir la oficina y no me pillen en esta, porque hasta aquí no más llega el blog...y la señorita!).
29 Comments:
ajajajja me acuerdo cuando me tiraste las orejas... uy que mal me sentí, como una ingrata que no te visitaba... pero aquí estoy, si??
A donde vayas vamos con vos, siempre te seguiremos, ni se te ocurra que te librarás tan facilmente de nosotros jajaja
Abracitos Ange
Bueno, ahora te tocará una nueva oficina por donde verás pasar muchas más historias y viendo como sigue girando el mundo allá afuera.
Saludos
Señorita Angélica:
ojala que estos cambios seán para mejor y que sigas escribiendo tantas historias que son interesantes y entretenidas
un grato saludo
rikardo
esperaremos entonces a que vuelva en gloria y majestad desde su nueva oficina, no sabes cómo me encantó tu escrito, tantas descripciones que era como estar mirando desde tu ventana, seguro el lugar no será igual pero estarás tu y podrás darle el toque encantador que te caracteriza, gracias por mencionarme, emocionada estoy... toda la suerte del mundo, las mejores vibras y un lindo futuro para ud..... cariños mil
Mirando tras la ventana, se inspiran muchas cosas. Saludos.
Pensé que cerrabas el blog, si hasta casi me emocioné donde mencionabas a tanta gente y cuando me vi al final, me corrió una lágrima (mentira exagerada) jajajajaj....
Esperemos que la próxima ventana sea mejor de la que te despides.. y estaremos visitándonos como siempre...
Cariños!
WOW todo lo q viste x esa ventana! wow! digna de una buena novela!! siii!! wow cuantos amantes!! mmmm algo eroticon no?? mmmmm me acorde de la prepa! jajajajaja!! mmmm mmm
gracias x compartir tantas cosas!!
q tengas un rico fin de semana!!
un beso desde houston a CHILE!!
Tantas cosas que pasaron por esa ventana...espero de todo corazón que el cambio sea para mejor y nos sigas deleitando con estas simpáticas y entretenidas historias....
Suerte en todo...te estaremos esperando para que nos cuentes que tal va todo con el cambio :)
Cariños
angélica esa ventana es maravillosa, las vistas que tienen son espectaculares, y estes donde estes, y vayas donde vayas, ahí estaremos nosotros, siempre...contigo
besos
lágrimas de mar
...siempre he dicho que todo cambio es para mejor, espero el tuyo lo sea, de verdad mi querida amiga.
Me has puesto nostalgico niña =(
Te abrazo fuerte, junto a la ventana...pero yo no tengo ojos azules... :)
Los cambios son buenos y estoy segura que este lo será !!
Animo !!
Un abrazo !!
Después de leer tu corto relato quede maravillado de tu capacidad de ilación en los recuerdos.
Recibe un beso en tu alma.
Sábado, 7 de la mañana, y casi me emociono leyéndote, y sin casi también.
Bueno, gracias por "persuadirme", no tuviste que esforzarte mucho, simplemente mostrarte como eres y ya está.
Espero que me empaquetes con todo lo que te lleves al nuevo sitio, y me sigas haciendo un huequito en tu vida, aunque sea pequeñito.
Me lo prometes?
Un beso.
por lo menos
quedan los recuerdos amiga mia
besitos ...
Angélica,estoy de acuerdo con Toro un sensible relato de la ventana y tú...Tu sensibilidad con el día a día es genial.....me acomode y te lei atentamente......
Cariños Mariella.
Fue hermoso como en este post nos uniste a cada uno de nostros !!
Te esperaremos mientras te acomodas !
De veras te la pasabas chequeando, espiando todo jajaaj, ¡¡que tal voyerista eres¡¡¡ jajaj ...MENTIRA.... sabes, tu escrito me puso melancòlico por algunas cositas que vivì y "viajè" por la vida, pero insisto, muy lindo relato mi querida amiga
P.D. Gracias por lo tierno, mi querida señorita angèlica, pero creo que no lo merezco. Miles de besos para ti, bella y encantadora amiga
¿Ahora de verdad que se cambian?
Realmente como esa oficina otra no habrá. Por lo menos para el verano es fresco dónde se cambian, pero te encargo el frío para el invierno.
Harto cagao tu jefe, además tu lo tienes muy mal acostumbrado.
Las cosas que una se entera... mmmmmmmm
Señorita, tan buena para escribir, soy sincera y digo que no he leído este blog completo, pero ya tendre tiempo de hacerlo. Solo pase a dejar un saludito y que tenga una buena semana.
Viva la vida!!!!
Me encantó como relataste lo que para ti fue esa ventana..amiga, complice, espia, muy lindas letras....
Espero tu oficina nueva sea tan buena y en ella puedas atesorar recuerdos tan lindos como este. Obvio con otra ventana....(yo no tengo ven tanas...y es una lata estar siempre con luz artificila, pero bueno es otra historia) solita para poder seguir compartiendo con todos los que te leemos.
Un abrazo :)
Titi
Hola !!!
Nuevo por aqui, me encantò tu post.
me imagine las escenas tan bien contadas por tì.
saludos !!!
Hola... He vuelto con las pilas cargadas... Quiero agradecer tu comentario en mi blog y espero contar con tu vista constantemente. ya sea para toamrnos un Té o simplemente para compartir....
GRACIAS... por tu visita.
uta ohhh!!! de mal en peor... oiga, ando desaparecido.. casi como ninja jajajaj pero atento el lobo... le dejo unos saludos y mi mas sincero pésame... yo tb pasé de vista al lago (es un decir) a vista al muro :S cosas que pasan...
Saludines!
que linda la vista desde tu ventana, que gratas cosas debes haber observado y vivido, es de esperar que te encuentres con una nueva ventana que te permita explorar el mundo al igual que la otra ventanita
saludos ¡¡¡¡
Qué bueno, es tal cual los recuerdo que uno puede guardar en su mente... Bsss. Ojalá la otra oficina te depare también linda vista.
Bsss.
Oiga!!!
Y ud... la tienen mirando la pared ahora? O le pillaron su "actividad extraprogramática" jajajajajaja
Un beso
Eres una esponja de detalles...!!!!
Eres mujer!! Mas que la ventana de oficina, es la de tu vida... la vida de muchos atraves de la ventana... No me contaste que te cambiaste!!!... bueno nos hemos alejado un tanto si?... Eso si me siento celoso ... solo fui mensionado una sola vez... en fin es un ubicatex para mi... snif...
Como tu me das consejos ...
te daré uno ... TRABAJA en tus historias... ordenalas, resumelas, limpialas, aumentalas... Me gusta tu estilo...
ABRAZO
Parece que te tocó una buena plaza...no la de General Gorostiaga famosa ya por el "Wena N.". Un esbozo a lo Hitchock y su Ventana Indiscreta.
Me dejaste pensando con el descuido de los jardineros...a muchos de ellos parece darles lo mismo si aplican el cuidado o no, pero resulta que los perjudicados terminan siendo los vecinos al ver deteriorado su ambiente.
No conocí tu oficina...bueno, no es que me queje de ello ni mucho menos; al final, eres la dueña de tus dominios. Pero lo importante es que la vida continúa y tu presencia, también. Que salga todo bien en la nueva oficina.
Saludos cordiales.
Pienso que un cambio de oficina es como un cambio de barco.
Desde que empecé a navegar pase por un bacaladero, un petrolero y tres cargueros. Todavía no tuve ocasión de ir en uno turistico como esos que se ven en la television donde el oficial hace el amor con la chica más guapa.
Lo malo es que a mis 43 años, ya me esta pasando el tiempo.
En fin, no hay que desesperar.
Un beso
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