martes, noviembre 06, 2007

La Anécdota del Milenio II

3. Mi Papi
(Por: Iván)

Estaba mi tía Haydée, en el linving de su casa, atendiendo una visita. Cuando mi papi se levantó al baño - pues estaba acostado en su pieza- en calzoncillos (slip), como era su costumbre.

Mi tía muy avergonzada le llamó la atención y le dijo: - ¡Picho la manerita de levantarte al baño! - A lo que mi papi respondió:

- ¿Y qué querís que me pongas “smoking” pa’ ir al baño?


4. El Juego Didáctico
(Por: Héctor)

En cierta oportunidad al Iván le tocó hacer un trabajo para la asignatura de Técnico Manual. Se trataba de la elaboración de un juego con piezas geométricas, las cuales se ensamblaban en un palito redondo formando una especie de escalerita.

Muy afligido el Iván le cuenta al Héctor su problema, pues no tiene nada hecho para el día siguiente.

Su hermano, joven de inventiva y voluntad de oro, se ofrece a ayudarlo de inmediato. Parte al cuarto del abuelito (no a su pieza, sino a su taller de trabajo), y se da a la tarea de ayudar al hermano en problemas.

¿Le piden madera terciada? ¡No hay! Pero si hay una tabla de madera gruesa que tendrá mayor durabilidad para resistir el paso del tiempo (esto lo pongo yo ahora, pero es lo que debo haber pensado en aquellos años).

¿Piden el trabajo pintado con los colores primarios? ¡Tampoco hay! Pero si hay pintura negra, café oscuro y otros colores horribles en algunos tarritos de pintura que mi taita tiene guardados.

Por último lo más difícil, el palito redondo que va al centro para ensamblar las figuras ¿de donde sacarlo? ¡Fácil! En el ciruelo hay varias ramas que pueden cumplir esa finalidad.

Y así al otro día, no muy convencido, el Iván se fue al colegio con un trabajo súper ordinario y con una rama de ciruelo toda chueca en el centro, pero hecho con todo el corazón!

¿Porqué no lo dejarían para la exposición?


5. La Bufanda
(Por: Héctor)

Esta es una anécdota del primer trabajo del Héctor. Resulta que cuando era Inspector de Garita en los “Buses Talmocur”, tenía que levantarse muy temprano para abrir la garita, a las seis de la mañana. Como a esa hora hacía mucho frío y yo no tenía una bufanda, tenía la necesidad de abrigarme el cuello con alguna cosa (aclaro que en esa época era pobre y no tenía plata para comprarme una).

Como la inventiva del pobre no tiene límites, la solución vino pronto a mi mente. Tenía una polera que hábilmente instalada alrededor del cuello parecería fácilmente una bufanda. Y así lo hice, yéndome a trabajar tranquilamente.

Así fueron pasando las horas, hasta que el administrador de la empresa me fue a dar unas instrucciones. En eso estaba, cuando de repente se me queda mirando y me pregunta: “¿Qué es lo que tiene en el cuello? – una bufanda – le respondo yo muy intrigado, - ¡Ah! ¡Es que se le ve como una manga!

19 Comments:

Blogger Mar y ella said...

Muy buenas las tres,la cotidianidad nos trae no sólo rutina,también mcuhas sonrisas..
Cariños.
que estés muy bién.
Mariella.

06 noviembre, 2007 14:58  
Anonymous Anónimo said...

Jajajajaja fuiste a trabajar de polera al cuello.. Pobre tu jefe quizás que pensó..

Me gustaron las anécdotas.. me reí con el invento de la tabla y la rama de ciruelo..

Cariños!

06 noviembre, 2007 17:53  
Blogger Daniel. Te invito a visitar http://eldeportero.wordpress.com said...

Me reí bastante con las anécdotas. Creo que todos tenemos un sinfín de anécdotas cotidianas que contar.
Saludos

06 noviembre, 2007 19:52  
Blogger Rikardo said...

Srta Angélica:

entretenidas y muy buenas las anécdotas que nos acabas de entregar para nuestra lectura...........
siempre traen recuerdos y más de una sonrisa a nuestra vida.

cariños

rikardo

06 noviembre, 2007 21:13  
Blogger ...flor deshilvanada said...

Me encantó la respuesta de tu papá jaajja... obvio si él estaba en su casa, podía andar como quisiera.

Me reí mucho con todas las anécdotas!

Besos Angélica, que pases lindo

06 noviembre, 2007 21:48  
Anonymous Anónimo said...

ajajajaj ajajajajaj ajajajajaja jajajajaja la mejor la de la bufanda, sin dudas, me reí de lo lindo genial, saludos ange!! cuidate mucho... abrazos

06 noviembre, 2007 21:49  
Blogger Alvaro en OZ said...

pero si las bufandas no son caras...... no sé si una polera abrigaba igual que una bufanda, pero bueno, puede que guarde calor en las mangas


saludos

07 noviembre, 2007 14:04  
Blogger Lágrimas de Mar said...

jajaja, muy graciosas las tres, me reí un montón, me gústó la de la bufanda, me reí un rato,

gracias por intentar darme tu voto, es todo un detalle

besotes

lágrimas de mar

07 noviembre, 2007 17:12  
Blogger TORO SALVAJE said...

Que bueno es saber reírse de uno mismo.

Me gustaron mucho las anécdotas.

Besos.

08 noviembre, 2007 11:21  
Blogger Rikardo said...

srta. angélica:
paso a saludarte y a desearte un buen fin de semana.

cariños

rikardo

09 noviembre, 2007 07:33  
Blogger Sandra S. said...

jajajaj que buenas anécdotas...siempre hay alguna con los trabajos manuales :)
Que estes muy bien querida amiga..


Cariños

09 noviembre, 2007 18:41  
Blogger Sandra Figueroa said...

Estan muy buenas las anecdotas. Me hicieron sonreir en esta madrugada unpoco fresca. Saludos.

10 noviembre, 2007 04:41  
Blogger Enzo Antonio said...

jajajajaja
que buenas las anécdotas, la de la bufanda súper buena. Ya te lo he dicho, me encanta venir por acá pq siempre salgo alegre.
Besos amiga.

10 noviembre, 2007 09:45  
Blogger Francisco Javier said...

Hola Angelica:

Disculpa mi metida en tu blog, pero la verdad es que ando por esta blogosfera y encontre tu casita, historias urbanas que realmente son reales, en la vida nos pasa de todo, eso es "pelearle a la vida", y en eso todos somos ingeniosos, lo importante es caminar siempre para adelante.
gracias por permitirme entrar en tu blog

10 noviembre, 2007 14:19  
Anonymous Anónimo said...

Hola Angélica,
Muy buenas las anécdotas.Todo el tiempo astaba reíndo.
Recibe mi cordial saludo
geraldo

11 noviembre, 2007 00:45  
Anonymous Anónimo said...

De la número tres...perfectamente mi viejo la puede protagonizar también, ja. De la anécdota número cuatro, decir que importa más el fondo que la forma (anda decirle a un Profe de esos años eso). Y de la cinco...sin mayores comentarios, ¡planchón!

Saludos cordiales.

11 noviembre, 2007 02:23  
Blogger nadie a la vista said...

A través de otro blog (el de Pamela) llegué hasta aquí y debo reconocer que me reí mucho con la anécdota de tu papá...genial!
Luego permanecí un buen rato leyendo otras cosas.
Me gustó volveré.

11 noviembre, 2007 10:06  
Blogger nadie a la vista said...

Este comentario ha sido eliminado por el autor.

11 noviembre, 2007 10:06  
Blogger Carlos said...

...parece mentira pero tu primera anécdota me hizo recordar a mi viejo con una situación muy similar...buenísimas las tres Angélica ;)

Me he reído...

12 noviembre, 2007 12:31  

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