viernes, mayo 23, 2008

Mataron la Gallina de los Huevos de Oro

La primera vez que estuve aquí, la situación económica no era muy buena. Los sueldos eran bajos y los pagos a proveedores demoraban más de lo debido. Nunca entendí porqué ocurría eso si se suponía que el dinero estaba. No sabía si era por negligencia del encargado de pagos o simplemente a la persona ésa, no se le ocurría ordenar los vencimientos por fecha, para empezar a pagar del más antiguo al más reciente. Acá la cosa siempre ha sido “guagua que no llora no mama” y se le cancelaba al que reclamaba y hacía escándalo, pero ¿porqué teníamos que llegar a esos extremos para pagar algo que habíamos consumido?

Me fui y volví esperando encontrar algo mejor. La Institución había crecido, se había expandido, había adquirido propiedades, había abierto sedes en regiones. Era más grande y habían muchos más funcionarios.

Cuando volví me sentí orgullosa de sus logros. Estaba contenta de volver y encontrarme con personas que me recibían con el mismo afecto de hacía 11 años.

Pero cuando me fui enterando de lo que sucedía, empezó el desmoronamiento de mi ánimo. Cuando volví me dije, “ahí jubilaré”. En esta Institución nunca despedían personal, hicieran lo que hicieran, incluso si habían “metido las manos”. Nunca despedían a nadie y los que se iban, lo hacían como yo, de mutuo propio. Porque habían encontrado algo mejor.

La sorpresa fue grande. Los pagos a proveedores seguían estando en crisis, pero más todavía que la primera vez. La persona encargada de pagar lo hacía según su propio criterio y según sus afinidades con los proveedores. Por simpatía o por cansancio sacaban a pago algunas facturas. El estar en un Departamento donde se veían algunos documentos pasar me hacía enterarme de las cosas. Acá seguía la Ley de “hechos consumados”. Hacíamos ordenes de compra a bienes o servicios que ya estaban adquiridos y que se “regularizaban” a través de una orden de compra. Quizá para tener un control de las compras y las adquisiciones, pero para qué? ¿si la persona a cargo de los Inventarios se había ido hace años y nadie había cubierto esa vacante? ¿quién llevaba un registro de los bienes de la Institución? ¡Nadie! Nadie era responsable por nada. Los objetos se perdían y desaparecían y nadie era el responsable. A nadie castigaban con descuentos en el sueldo por la irresponsabilidad de perder objetos valorizados en su dependencia. Y así, se fueron comprando y comprando objetos, a estas alturas tendríamos dos instituciones iguales con todo lo que se robaron y perdieron.

Cada dependencia tenía un fundo a su cargo. Y cada señor Feudal ponía el grito en el cielo cuando algún peón u otro Feudal, se inmiscuía en su territorio. Así llegaban todos los reclamos a oídos del Papa, quien ejercía con mano dura su autoridad. Entonces los Obispos-Feudales sonreían ante el triunfo obtenido por las defensa de sus derechos. Nadie podía meterse en el área de Informática, nadie podía inmiscuirse en Finanzas, nadie metía sus narices en el área Académica.

Sueldos millonarios, pagados a personalidades que realmente no aportaban mucho a la causa contribuyeron a este hundimiento. Se crearon cargos para dar trabajo a familiares y amigos. Y fueron bien remunerados y considerados sólo personajes con buena labia. Los conocimientos, la seriedad y la responsabilidad de las personas no eran atributos suficientes para mejoras salariales. Sólo los chistositos, simpáticos y sobadores de lomo tenían opciones. Pero no el que es callado, reservado y quitado de bulla. En Chile se privilegia al que sobresale y le lleva cuentos y chismes al patrón.

Se pagaron horas extras a personas que se presentaban a sus trabajos como nocheros o cuidadores. Se informaron horas extras de personas que ni siquiera se quedaban fuera de su horario de trabajo, como único beneficio de engrosar sus remuneraciones. Y así como estas personas ganaban más, también los hubo de esos que en horas de trabajo se iban a dictar clases. Clases que después eran pagadas con un cheque a parte de su remuneración normal. Es decir, recibían un sueldo doble. Una por su trabajo administrativo y otra por su trabajo docente.

Las listas que emitía informática y que les entregaban en las escuelas hacían que Remuneraciones pagara sueldos dobles a los profesores, puesto que no había cuidado en examinar la información, y aún así, se le aumentó el sueldo a personas cuya responsabilidad había crecido, pero que no necesariamente se preocupaba por realizar bien su trabajo. Por suerte había profesores honestos que devolvían los cheques, pero no todos tenían esas virtudes.

Al examinar rendiciones de cuentas se podía descubrir claramente la “sinvergüenzura”. Había personas que nunca andaban en metro, sin embargo cobraban las cargas de la tarjeta Multivía. Había unos que iban al “Club” y cobraban los estacionamientos por cuenta de la Institución. Habían los que incluían en sus rendiciones hasta tres tarros grandes de Nescafé en un mes. ¿Y si la Institución costeaba el café de unos porqué no el de todos? Ley pareja no es dura, y si es para algunos, que sea para todos, o para ninguno.

Por Secreto de Confesión me enteré que el Encargado de Cuentas Corrientes, se vendía por una botella de vino, y era capaz de borrar del sistema las Letras de Cambio para que no se le cobraran a una persona X. ¿Y si era capaz de borrar así de fácil esa información, no sería también fácil poder coimearlo? ¿Cuánto dinero habrá recibido por favores de este tipo?

Y hubieron también de los que pedían materiales como para formar un laboratorio. Había profesores que solicitaban insumos para su clase de fotografía y quién sabe si realmente utilizaban todo lo que solicitaban. Si todos piden con el tejo pasado. A todos les recorté los pedidos para que todos tuvieran materiales. Ya cuando llegué el año 2005 me pareció que gastaban demasiado. Había dependencias donde trabajaba un Director, una Secretaria y un Junior y pedían 10 lápices de pasta azul, 10 lápices de pasta negro... sabiendo yo, que los Directores jamás iban a firmar con un lápiz Bic, no, ellos firmaban con lapicera, entonces ¿a dónde iban a parar tantos lápices? ¿a sus casas? ¿a sus hijos? Y no es que sea mezquina, bueno, si lo soy, pero me revienta la gente abusadora, la que es capaz de ganar un sueldo de 400 lucas y encima no son capaces de comprarse sus propios lápices.

Me carga la gente ambiciosa en extremo. Personas que ganan millones, que tienen la edad para jubilar y no le dejan el lugar a un joven, sino, que siguen engrosando sus billeteras, sin dejar oportunidades para el resto. Y lo que es peor, sin siquiera importarles dar una mejor vida a sus propios subalternos. Y me vienen a decir que algún día el rico va a ayudar al pobre? Jamás! Eso jamás sucederá. El rico nunca va a dejar de recibir lo que recibe por ayudar a uno que tenga menos recursos (y no hablo de regalar por regalar, hablo de esfuerzo en el trabajo).

Y así talvez, podría seguir enumerando cosas para decir finalmente que ellos... los propios funcionarios... ¡mataron la gallina de los huevos de oro!

Por eso ahora estamos hundidos en esta mierda. Por eso ahora, cuando ya estamos a 23 de mayo, aún no he recibido mi sueldo del mes de abril. Por eso estuvimos casi una semana parados en la calle porque los alumnos estaban en toma. Por eso, ya no quiero venir a trabajar, no tengo sueldo, no tengo incentivo, no tengo ganas... y los más débiles se están yendo de a poco... así como me iré yo en algún momento porque esta situación ya me tiene enferma de los nervios. Me estoy perdiendo la belleza del Otoño por culpa de ellos. Estoy perdiendo el gusto por el bordado y el crochet por culpa de ellos, ya no tengo ganas ni de estar sola en mi casa... paso todo el día echada en la cama, no quiero ir a ninguna parte y quiero salir de ahí, de este estado depresivo que me está consumiendo por dentro, porque por fuera sigo siendo la mujer alegre y sonriente que todos conocen, pero nadie sabe de mi ansiedad, nadie sabe que me lo paso comiendo, nadie sabe de mis alergias nerviosas. Estoy incomunicada, sin teléfono hace dos meses y sin Internet hace 23 días. Se me fue Moisés, el Junior, ese que era mi socio y mi amigo, ese que era como mi partner. Se auto despidió... y yo estoy a un paso de plantar mi renuncia y mandarme cambiar, aunque me quede en la calle. Estoy harta, estoy chata, estoy cansada.