miércoles, mayo 30, 2007

Cargando la Tarjeta

Ayer, cuando me iba pa la casa, fui a cargar mi Multivía al Metro. En el metro, hay dos cajas, una para los que compran los boletos sueltos y otra para los que cargan sus tarjetas. Pa qué decir que en la fila de las tarjetas había como veinte giles antes de mí. La fila no avanzaba muy rápido... mientras eso sucedía yo me fijaba en el cajero y en los billetes que recibía para cargar las tarjetas. Mil, dos mil... tres mil.... mil... así iba avanzando la fila hasta que llegó el turno de una vieja que estaba delante de mí. La vieja pasó la luca y se puso a reclamar: “hay que felicitar a los cerebritos, que se les ocurre poner sólo una fila. Son brillantes, porqué no habilitan las dos filas para ambas cosas” y yo pensaba: “¿Y porqué el que va a comprar sólo un boleto va a tener que mamarse la media fila? La vieja, seguía alegando y yo miraba al cajero... Pero tanto alegaba que me dio rabia, y salió la señorita que hay en mi y me dieron ganas de decirle: “Y vos, vieja conch... pa qué chucha cargai la tarjeta con una luca, en vez de cargarla altiro con las quince que vai a ocupar para el mes? ¿porqué mierda tenemos que aguantar la mansa fila por pelotudos que van y cargan dos lucas miserables que les van a durar 3 días? Y me acordé de la canción de los Petinelis o los Tres no me acuerdo bien... “¡A la chuchesumadre!”



Reflexión: El chileno es poco previsor. Anda cargando la tarjeta cada tres días, lo que le significa, ir a perder el tiempo a la mansa fila, del metro o de los lugares donde cargan las tarjetas. Y por consiguiente, anda con la preocupación de que tiene que cargarla si o si al cabo de los tres días, porque sino, no se puede subir a la micro.

2da. Reflexión: El chileno es miedoso porque cree que le van a robar la tarjeta y va a perder más plata si la carga toda de una vez.

3ra. Reflexión: ¿Será que reciben pagos quincenales o semanales y por eso tienen que cargar de a poco?

4ta. Reflexión: El Chileno cree que la plata le va a durar más, si va cargando de a poco.


Conclusión: Parece que mi mentalidad no es pa este país.

martes, mayo 22, 2007

Los Manzanillones

¿Ustedes creen que los festivos y los fines de semana largo son para descansar? Noooooo, son para trabajar!

Cuando uno está en la casa, lo menos que hace es descansar. Pues bien... el sábado me visitó mi tía y mi hermanito, hicimos una mini parrillada y tomamos copete. Después les hice pan amasado para la once y le convidé pancito a mi hermano para que tomara desayuno (en eso sí que soy cariñosa, siempre le convido al que llega de lo que preparo y también les eché un tiestito con carne para que se llevaran a su casa).

Así que me dije el domingo voy a descansar... pero me puse a lavar, intenté planchar pero lo dejé para el lunes. En fin, ordené, lavé la parrilla (porque me gusta dejar todo lavadito para el próximo asado). Y flojié con mis cuchis cuchis.

Y ayer, me puse a hacer lo que me encanta (claro que me resfrié pero es lo de menos). Estuve ordenando mi jardín, sacando plantas para acá y para allá. (esta es la mejor época para los trasplantes) Trasplanté lupinos... saqué los crisantemos y los eché a la basura, porque tenían mucha peste y una planta enferma, enferma a las demás. Pero lo más importante fue trasplantar y despatillar los MANZANILLONES. Me encantan los manzanillones! (hay gente que los conoce por Margaritas) Esta foto es de diciembre, cuando estaban al borde de mi terraza. Pero me di cuenta que las matas eran muy altas (alrededor de un metro) y que no podían estar al borde de la terraza, entonces mi tarea de ayer fue sacarlos y plantarlos por la orilla de mis panderetas.

Si alguien quiere patillas para plantar, todavía tengo hartas matas, las que se despatillan y dividen en muchas más (y eso que cuando me aburrí boté hartas a la basura). Ahora estoy molida eso sí, porque esos menesteres del jardineo no los hago nunca. Pero este año quiero ver mi jardín lleno de flores y pasto. Lo he descuidado mucho por falta de tiempo. Tengo las manos partidas de tanto meterlas en la tierra. Pero es tan rico tocar la tierra. Es tan rico sentir la tierra en las manos. Claro que lo que no me gusta mucho es que se me quebran las uñas, pero son las desventajas por querer tener un jardín hermoso... y mi jardín siempre ha sido el más lindo del vecindario!

martes, mayo 15, 2007

Mi hijo Horacio

Para nadie es nuevo saber que me encantan los animales. Y que por ello, tengo dos cuchos en casa. Son quienes me acompañan y me hacen reír. Por lo tanto, y no teniendo hijos naturales los tengo “adoptados” como “mis hijos”.

Mi hijos ya tienen algo más de un año conmigo. Creo que ya no son adolescentes, sino que, adultos. Y prueba de ello es que han aprendido muchas cosas.

Cuando eran niños yo les tenía una caja con arena sanitaria para sus necesidades. Cuando llegó el verano, les quité la caja de arena sanitaria, cambiándoselas por dejar abierto el ventanal del living, cosa que ellos, puedan salir al patio a su antojo. Pero en esta época, en que hace tanto frío, y como ellos son tan friolentos, es que decidí dejarlos encerrados con la ventana cerrada por las noches. Motivo por el cual, me tengo que levantar puntualmente todos los días a las seis de la mañana a abrirles la ventana para que ellos salgan.

Pero un día cuando me levanté, me encontré con un mojoncito y un charco de piz... Inmediatamente imaginé que fue Horacio (pues las gatas son más limpias que los gatos, así que sin más le eché la culpa a Horacio), entonces para que aprendiera que eso no se hace, es que tomé una varilla, lo acerqué al pichí, y le pegué un varillazo (con el dolor de mi alma porque no me gusta el maltrato físico), y luego le acerqué la nariz al mojoncito y volví a pegarle diciéndole “Cochino, eso no se hace!”. Luego de mi acción me recriminé yo misma, pues qué iba a saber el gato que no tenía que hacerse dentro si yo había dejado todo cerrado y él no podía salir. Pero ya estaba hecho y de alguna manera uno debe enseñar a los animales.

Bueno, hoy a las cinco de la mañana escuché un “miau!”... luego otro “miau!”.... algo pasa. Me levanté y Horacio me vio salir de mi dormitorio y fue corriendo a la puerta de la cocina... la abrí y fue corriendo a la puerta que da al patio... la abrí y salió a la arena a hacer un hoyito y se puso a hacer pichí... tuve que esperar que tapara su orina (porque en eso sí que son limpios los gatos, siempre tapan sus necesidades) para poder entrarlo y volver a mi cama.

Es segunda vez que me despierta para no hacerse adentro. Y yo lo valoro, así que con eso, he sentido que mi misión fue cumplida con golpiza y todo jijiji (pero nunca más ya?). Me siento orgullosa de mis chanchitos!

lunes, mayo 07, 2007

Esta mañana...

Si pudiera escribir todos los días tendría tantas cosas que contar. Esta mañana venía en mi “Transantiago”, feliz de la vida porque la micro 1, pasó rápido y no esperé mucho y porque la micro 2 también pasó rápido y vacía. Entonces veníamos rajados por la caletera de la Autopista Norte, cuando nos detuvimos porque delante de nosotros había un bus. Yo miré hacia el lado porque iba sentada a la ventana y vi un bulto blanco, así como un perro que caminó hacia el bus de adelante. El chofer de la micro hizo una maniobra para adelantar al otro, que también se hacía a un lado y con horror vi un animal tirado en el piso (ese mismo bulto que yo había visto pasar), pero yo pensé que era un perro, pero no, era un chancho!!!! ¿Qué hace un chancho en la calle?, si ni siquiera estábamos cerca de la PF para decir que se había escapado de ahí. Igual me dio mucha pena, un tipo lo agarró de las orejas y lo arrastró hasta la vereda y yo me vine con una sensación de tristeza. No me gusta ver sufrir a los animales (aunque este no debe ni haber sufrido, porque ni siquiera se le vio alguna mancha de sangre) y debe haber sido jovencito porque no era tan grande.